3/4/11

QUE TERRIBLE ES LO POCO QUE DECIMOS Y LO MUCHO QUE SENTIMOS-
¿Y si no vuelvo?

Se siente tan bien acá… tan… cómodo.

Estoy harta de vivir en la casa de mis papas, no tengo libertad para nada. Andá, vení, llamame, contame. No más de dos amigas, no más de las dos de la mañana. No más que amigos. Encima mi hermano hace lo que quiere, a él nunca le dicen nada. Los odio.

No les dije dónde iba. Ni les dije con quién. Sólo que el fin de semana largo lo iba a pasar afuera y chau. Cerré la puerta de mi pieza y me fui. Mi papá me gritó que no volviera. Él me esperaba en la esquina, con la moto. Es más grande y vive solo, eso es lo que me gusta de él, que sea independiente. Y la diferencia de edad no es un problema para mí, bah, para ninguno… charlamos de igual a igual, entre nosotros no hay diferencias.
Me trajo a su casa, me hizo la cena… paseamos por la ciudad, tomamos sol en el parque. Fuimos al cine. Me dio vergüenza decirle que no tenía plata pero a él no le molestó seguir invitándome.

Por eso pienso en no volver. Decirle que me quedo a vivir acá para siempre… o por un tiempo. Irme a dormir tarde, comer papas fritas, hacer la siesta sin culpa. Él llegaría a la noche y yo lo estaría esperando para cenar, iríamos a pasear a la noche, a tomar un helado… Ser grande, libre, eso.

No me preguntó si quería quedarme, eso es cierto también. Tengo 15, supongo que no estaría del todo bien visto que me lo propusiera. Mis papas seguro harían un escándalo, no porque quieran que yo viva con ellos, no. Únicamente les preocupa el qué dirán, cuidar las apariencias, eso. Me tienen hasta acá. Que estudie, que trabaje… ¿Qué va a decir la Tía Clarita si viene a tomar un mate a casa a las tres de la tarde y vos seguís en camisón? Qué se yo qué va a decir, ¡Qué me importa! La quiero ver a ella levantada a las nueve cuando se fue a dormir a las siete de la mañana… sí, me gusta ir a bailar, ¿y qué? A él también le gusta.

No, yo no vuelvo. Le voy a decir que me quedo. Habrá que ir a buscar el resto de mis cosas, pero ya habrá tiempo… listo, la decisión está tomada. Total... nadie me va a extrañar.

28/9/10

Empezó como amistad. Acto seguido: derecho a roces. Seguía habiendo un sentimiento de amistad muy profundo. Una relación rara…novios no fuimos, aunque muchos momentos parecía que sí. Para resumir lo que fuimos juntos puedo usar una palabra: perfectos. Vieron cuando algo cuaja de lleno, por completo desde el principio? Bueno, así...Había un pero, porque siempre hay un pero…en este caso, una ex.
Yo era su mitad perfecta; ella su debilidad absoluta. Si ella estaba, yo no salía en la foto. Y yo lo banque por motus propio.
Ok, genial. Decidiste hacer tu vida a su lado. Te juro que te deseo lo mejor, por todo lo que te quiero y todo lo lindo que pasamos. Pero de amiga no te la juego más.
Tenemos un ámbito común en donde sí o sí nos tenemos que cruzar. ¿Ustedes me la creen si yo les digo que me hizo caprichitos de nene de tres años porque ya no le digo como le decía cuando estábamos juntos? Calibre onda: Porque ya no me decis Sebas?? Ahora me decis Sebastián.... Nah, les juro, me supera.
A ver, corazón…no podemos tener una relación como la de antes, entonces ya que nos tenemos que seguir cruzando, hagámoslo lo más ubicadamente posible. Por el espacio que frecuentamos, por tu novia, por vos y por mí. No somos amigos ni vamos a serlo. Fuimos amigos y muy buenos, pero ya no más. No se puede. No se puede tener la debilidad y la perfección en dos personas distintas. Fijate como lo vas a unificar, es problema tuyo, no mio. Esta claro que mi parte se desvaneció?
Y si te quedó un bache hasta que la flaca sea parte de tu vida y no sabes qué pindorcha hacer mientras tanto, no es mi culpa. Disculpame, pero si me quiero tomar una birra con alguien o ir al cine, tengo muchos números antes que el tuyo en mi agenda. No es problema mío que no sea tu caso.
Si estas aburrido, comprate un perro, hace un curso de macramé o patinado sobre madera. No sé, pero yo ya no estoy para vos. Entendelo, superalo y hacete cargo de tus decisiones. Que por más que te pongas a patalear, sos un huevon grande y peludo, así que compórtate como tal. El papel de nene haciendo berrinche te queda de cuarta. Y agradecé que te digo Sebastián y no te llamo como figuras en tu DNI.
Por último, cabe aclarar que si esta historia la hago publica en forma de cuentito, es tema mio, no reclames derechos de autor que no pagan de más a los papeles de "viejos galanes resentidos". Sino preguntale a Arnaldo André.
Si te llama la madurez, yo que vos atiendo...

5/8/10

Algunas mujeres piensan mal de nosotras. Creen "a pies juntillas" que somos una desgracia para el género (curioso, nosotras pensamos lo mismo de ellas). Nos acusan de cagarles la vida, de meternos en donde no nos llaman, de no tener códigos. Suponen que somos desnaturalizadas, que fuimos dañadas en nuestra juventud y que necesitamos compesar la falta de cariño de nuestras madres. No dudarían un segundo en señalarnos como incapaces de amar a otro ser humano ("esas" no deberían tener hijos), de ser frívolas y trepadoras.
No niego todo lo anterior (cada una de nosotras sabrá con cuánto humanismo lidia), pero lo que más más me gusta es que generalmente se opina así:
"Claro, todas podemos ser así de putas y seducir al novio de la otra, el tema es que eso no se hace".
Y ahí tengo ganas de reírme.
1)¿TODAS podemos ser así de putas? Claramente NO. Para ser puta hay que ser puta, eso no se puede fingir.
2)¿Seducir al novio de otra? Aunque la mona se vista de seda, mona queda. SEDUCIR es un arte, así seas la Venus de Milo, si no tenes ese gustito a pasión, no te levantas ni a la mañana. Un novio vas a tener seguro, pero la seducción, darlings, es otra cosa.
3)¿Eso no se hace?... Claro, porque soy yo la que te juró fidelidad y amor. ¡Ja!

Las cosas que hay que escuchar...

26/6/10

Y un día, tras meses de sanar, casi acostumbrado a tu vida sin el, te sorprende un email titulado “Vuelvo de mi viaje!”. No me pregunten por qué, pero automáticamente pensás que es por vos. Y tu autoestima te acaricia. Y el –o lo que vos interpretás de el– envía las mismas señales. Las que confirman lo que pensás.
Al tiempo estás en un bar de Devoto. Llueve, como siempre cuando están juntos. El pide el mismo café y lleva el mismo perfume. Porque el tiempo no pasó. Le pusimos algodón con alcohol y cicatrizó solo. Jaja, qué buena metáfora. Y acá estamos, otra vez los dos. Sí, acá estamos. Contás un par de anécdotas graciosas, rememorás viejos tiempos.
El se ríe y después se le cae una lágrima. Te habías olvidado de esos detalles. Y vos seguís en la misma frecuencia idiota, como siguiendo un guión:

Está muy bien que llores y te desahogues. Yo estoy. Lo único que después tenés que levantarte y salir a pelearla con más fuerza. ¿OK?

Me abrazó. Me observó, directo a los ojos. Y supo que no había leído su última actualización en Facebook. Mientras se secaba con mis Elite, me contó que estaba en una “relación complicada” con una italiana. En dos meses ella se venía para acá a vivir.
Como humana la escuché. Como mujer, me liquidó. Ya sin margen de reacción y medio abombada por el panorama, me mostró su Blackberry: “PersonaX está en un bar con su amiga A.”. Y una tal Alessandra “likes this”. En qué momento había tipeado. Desde cuándo era su amiga. El mundo se enteraba en vivo y en directo, incluso antes que yo, de mi eterna boludez. La europea disfrutaba desde su casa. El colmo del ridículo.
Antes de “eliminarlo” de mis “amigos” le saqué una foto a una licuadora y la etiqueté con su nombre. En el “caption” agregué: es un frío y despiadado aparato que da mil vueltas y escarba profundo. Remueve cáscara y piel, sólo deja la pulpa. Ideal para frutas en estado de maduración.
No sé qué habrá pensado el, no le di tiempo. En lo que respecta a mí, mal no me fue. Lo sutil también es popular. Chequeá mi wall. 14 nuevas solicitudes de amistad. Todos hombres.
A las princesas no les va bien. Pensá, Blancanieves se murió primero y encontró el amor de puro pedo mientras una pandilla de enanos la velaba en una caja de cristal (fuckin´ freak), la bella durmiente se paso su pubertad en coma, a la Cenicienta le dieron todo lo que necesito para ser rica, bella y popular solo por 3 horas (después cagate y volve a fregar pisos negra..), Jazmin se enamoro de un mentiroso y Fiona se volvió una gorda verde. Despues que alguno se muera, o se duerma, o lo maldigan, o lo rapten, o le maten a la madre, o se intoxique, o le maten al padre, o casi lo maten a el tambien, o destruyan el planeta, o lo conviertan en llama. Es genial, mirá con que estereotipos uno crece… Ahora que lo pienso.. la sirenita quedo MUDA antes de estar con el Principe. O sea, muda….¿Entendes? muda… ¿Que onda? ¿Vale tanto la pena un tipo como para que todas pasen una vida de mierda y despues se enamoren? ¿Y el stress post-traumatico quien te lo saca?
¿Qué es lo que vos querés?
No sé. No sé lo que quiero. Sé que ESO, no.
Muy bien, ESO no. ¿Qué más?
Es que no es ESO no. No es terminante, yo quiero ESO pero necesito antes LO OTRO.
Ajá. Pero eso no depende de vos, ¿no?
No. Pero me preguntaste qué quería. ESO es tentador, es fantástico, es todo. Pero sin LO OTRO, no es nada. Se vuelve inútil, hasta doloroso.
Ya te entiendo, pero LO OTRO no depende de vos. Por ahí con el tiempo... pero hoy, ahora, no está en el tablero. Vos podes hacer ESTO o no hacerlo. También podes decidir hacer ESTO OTRO, cosa que creo que intentaste... ¿no?
Sí... No me fué del todo bien, por qué pensé que haciendo ESTO OTRO iba a lograr LO OTRO y por último, iba a poder disfrutar de ESTO.
¿Y?
No pasó.
Claro.
¿Entonces?
Decime vos.
No sé. Creo que... nada. Para, NADA con mayúsculas. Porque sin LO OTRO, no hay NADA. Ni ESTO ni ESTO OTRO... NADA.
Cierto. Clarísimo.
De alguna forma mísica, como pasa siempre, me hice de una verdad muy personal.
Ser amante de un hombre conlleva todo un estilo de vida. Es una reeducación, una aceptación del quiero en vez del debo. Hablo de una cosa más bien estable, de un estilo de relación, hablo de amor.
Hay algo absolutamente insportable en el hecho de saber con seguridad que 52 fines de semana al año, los vas a pasar sola. O por lo menos sin él. Te vas a levantar tarde el domingo (tu única mañana libre) y no va a estar ahí para hacerte el café. No. Y lo sabes por adelantado. No va a ir con vos al cine, ni a ningún lado. No te va a ver vestida para salir. Y sabes que va a ser así.
Todos tus planes y proyectos de pareja se ven frustrados y entonces tenés que aprender a soportar las malditas 48 horas del sábado y domingo. Empezas a sentirte más feliz un martes que un sábado y por un lado sabés que te gustaría ser como el resto de los mortales, esos que adoran los sábados porque pueden hacer la siesta al lado de su otro, pero entendés que vos serías miserable (fuiste miserable) cuando no tenías ni los sábados, ni los martes. Entonces aceptas y buscas la mejor forma de pasar las horas. Vida de amante.
Pero no, hay algo más... A demás de la soledad, digo. A demás del irritante reclamo de tu madre... Es esa inseguridad viceral, enorme, que empieza a hacerte mella y te preguntas si tal vez no será este el fin de semana que deje de quererte. Si tal vez decide irse a vivir a Japón o tener un hijo. O si simplemente el lunes no vuelve a aparecer. No tenes cómo contactarlo, no tenes quién te consuele. Lidias sola con tu cabeza, tu cuerpo y tus dudas. ¿Y si se entera la mujer y la elije a ella? Lo impensable.
Pero tu amor es absoluto. Es ineludible. No acepta devoluciones, ni cambios. Está y se manifiesta, asi que sabes en el fondo de tu alma que mientras sigas sintiendo así, tu mejor opcion es evaluar la forma de dormir las 48hs seguidas y levantarte radiante y energizada el lunes esperando que nada haya cambiado desde el chau del viernes. Y ¿saben qué? generalmente, nada cambia.
Hace aproximadamente tres meses que no me compro una prenda de vestir. Asi que salí de mi casa y me fui a caminar por Capital.
Después de entrar en varios negocios y no encontrar absolutamente nada, entro a un local de una marca top, no sé cuál.
-Hola, ¿te puedo ayudar en algo?
-Hola, si, mirá, quería ver algo tipo de salir... ¿tenés algun vestidito?
-No, vestidos ninguno... tengo remeras largas si querés...
-No, es que yo no uso calzas y las remeras así son como muy cuadradas... Por ejemplo, este short, ¿con qué va?
-Y tendría que ser una remera ajustada...
-Claro, pero no vi ninguna, por eso te pregunto...
-Queda este modelo pero es más tipo camiseta...
-Si, no, no me gusta... o sea que para arriba del short no tenes nada... Pasa lo mismo con las polleras a la cintura, ¿no?
-No, porque esas te las podes poner con una remera más sueltita... tipo así, ¿ves?
-Pero voy a parecer una carpa, no queda bien, aparte esa remera es super larga se ve por abajo de la pollera... Y la tela es demasiado finita. Escuchá, te pregunto porque yo no salgo mucho, ¿qué te pondrías para ir a bailar, vos?
-Y no sé... te podes llevar una camisa sino.
-¿Una camisa para ir a bailar?
-Claro, con un jean abajo queda bueno.
-No, pero yo camisa uso para ir al colegio...
- Si, pero se usa para todo eh.
- ¿No tenes nada un poco más... no sé, de salir? Tipo strapless, o una musculosa con algo de escote? Porque esta que me estas mostrando tiene tres botoncitos arriba pero hace dos años me la hubieras vendido como camiseta en una mercería... Es super cerrada.
- No, pero es lo que viene, así se usa.
-Bueno, gracias.
Y después de hacerme más o menos 20 cuadras, de entrar a cuanto negocio encontré y SIN fijarme en el precio no encontré un solo vestido ni una sola remera que no sea cuadrada... Yo no voy a andar a caballo, por lo cuál no veo por qué tendría que ponerme botas de montar, no tengo el culo ni las piernas de Dolores Barreiro así que no me atrevo a usar calzas, no soy chata por lo cual me quedan para el ojete las remeras sueltas y cerradas (parezco una carpa de circo) y no voy a ponerme una camiseta para salir, aunque me haya costado 250 mangos. ¡Ah! Y no me estoy yendo a Irak, asi que tampoco me voy a poner borcegos.
¿Qué pasa con lo que nos venden?

20/6/10

Es necesario nacer para luego salir de la etapa sub-humana y llegar a la madurez intelecual.
Una vez ahí usted, señorita, tendrá que vivir.
Hecho esto, o empezado a hacer esto, notará que una teoría en forma de convicción religiosa empieza a dibujarse en su cabeza: Los tipos que me gustan, tienen novia. Y luego la perfeccionará hasta sentir que es digna de escribir un libro cuya hipótesis sea: Todos los tipos que me rodean tienen novia, me interesen o no.
Planteada la hipótesis intentará explicar por medios lógicos por qué el fenómeno "tipo soltero" está en decadencia en el año 2010 y por qué la "modernidad" tiende a la des-solterización del sujeto.
Es probable que empiece por los factores sociales y diga que la creciente liberalización sexual de la mujer, genera mayores tazas de infidelidades, ergo menos hombres se sienten forzados a dejar a las novias por aquella otra mujer a la que aman perdidamente (ejem ejem).
Luego seguirá con la posición socioeconómica y dirá que cada vez más hombres viven hasta los treinta años en la casa de los padres, generando esto un excedente monetario posible de invertir en salidas, autos, viajes y otrs placeres, capaces de generarle, al exitoso pero edípico hombre, la posibilidad de mantener una dignísima y sin privaciones vida conyugal sin estar atado a la siempre desgraciada convivencia.
Por último, analizará el factor político. Asegurará que la tendencia igualitarista entre géneros, hace que el hombre este más asustado por sus futuras posibilidades de "relacionarse", dadas sus capacidades e incapacidades y plan a futuro, haciendo esto que el susodicho se conforme por la opción más segura, la de mantener una novia, por las dudas.
Concluída esta etapa, señorita, llegará a la redcción de la conclusión.
Su libro está acabado y corregido en un 90%, solo queda redondear algunas líneas y mandar a imprimir.
Se sienta en la computadora y ve titilar el cursor. Ahí, señorita, es cuando se da cuenta, que toda su hipótesis es equivocada, que su teoría no vale nada y que en Down With Love la autora también asumía que era todo bullshit.
Hace algunos meses, tal vez un año (quién se acuerda a esta altura) por esas cosas de la vida empezamos a conocernos. Por internet. No sé si era (¿seguirá siendo?) lector de este blog o si me encontró por Facebook, la cosa es que nos caímos bien, me pidió el Messenger y así arrancamos.
Hablamos todas las noches durante semanas. Llegaba los sábados a las cuatro de la mañana a mi casa y tenía mensajes de él, una ternura. Avanzaba el tiempo y la intensidad no decaía, es extraño de pensar ahora, pero yo estaba fascinada con la posibilidad de encontrarlo todas las noches del otro lado, dispuesto a ser mío un par de horas, las que fueran.
Un día, como gran muestra de avance en la relación, me pidió que le encendiera la cámara. Fue la primera vez que le vi la cara, en realidad, era la primera vez que usaba la web-cam en mi vida. Me acuerdo que me ví a mi misma y pensé que parecía demasiado modosita... pero la verdad es que me moría de verguenza.
Sabía todo de él. Bah, todo lo fáctico. Horas y horas pasamos conociéndonos (y gustándonos), no tocamos temas incómodos, no nos pusimos sexuales... Eso me llamaba un poco la atención, hasta me decepcionaba.
Dos meses después seguía sin siquiera pedirme el teléfono. Yo para esa época ya me había imaginado cómo serían nuestros hijos, nuestra casa. Afirmaba que es posible enamorarse de las palabras, así, de lejos, sin conocerse. Fantaseaba con el día en que finalmente nos besáramos, palomas blancas, pétalos de rosas sobre la cama... (cama situada en un telo de los caros; romántica si, boluda no).
Pero ese día no llegaba. El amor es como una campana de Gauss y una vez que pasaste la cima, empieza el descenso.
En esa época todavía conservaba algún resto de inocencia y jamás se me hubiera ocurrido que el problema fuera una novia en su haber, asi que ni lo pensé como posible. De todas formas (ridículo después de tanto bla bla) le pregunté expresamente si estaba en pareja y me respondió, casi ofendido que no. ¿Y entonces? Nuestro amor era un hecho, solo faltaba consumarlo y ser felices. ¿Por qué no me invitaba a salir?...
Algunos días después (y ya bien abajo en el descenso, es decir, dispuesta a correr el riesgo de asumir nuestro divorcio) no soporté más y de la manera más hostilmente frontal le pregunté por qué no me quería invitar a salir. Simple.
Y más simple aún fue la respuesta: Pensé que sabías, yo no conozco chicas por internet.
Le dediqué algunas lágrimas, me sentí la más patética de las patéticas, recordé a mi madre y a mi abuela hablando de como la hija de la cuñada de la vecina se había ido a vivir a Yugoslavia porque conoció y "se enamoró" del coreano hijo de yugoslavos en un "¿chat se dice?" y ahora tenía 4 "chinitos" y estaba sola en la vida, sin patria, sin padres... Hasta que resurgí de las cenizas, y me di cuenta que tal vez sea un poco patética, pero a mi las palabras me gustan más que el punchi punchi, los tildes más que el vodka y las 10 de la noche, más que las 5 de la mañana. Y encima, el maquillaje me da alergia.
Algunos meses depués me enamoré de las palabras y después del escritor. Entendí entonces que el olor del ser amado no se puede escribir, pero sigo sostendiendo que los subtextos son mucho más poderosos que los escotes.

18/6/10

Tal vez la vida sí tenga que ver, al fin de cuentas, con todo lo demás.
Con comprarle al gato el alimento balanceado más caro para que tenga el pelo brilloso; con salir a almorzar con amigas y tomarse una hora y pico en medio del día laboral; con poder estudiar lo que uno desea sin fijarse en la tarifa; con comprarte una Mac y pagarla de contado; con conocer Italia y no morir de hambre en el intento; con ver un par de botas divinas y llevartelas aunque salgan mucha plata y al fin y al cabo sepamos que las vamos a usar solo una vez; con tener el tiempo suficiente para regalarle a una amiga un sweater hecho a mano y con mucho amor; con la posibilidad de ir a ver todo el teatro (o el cine) que uno pueda asimilar; con lograr antes de los 30 comprarte un auto, el que siempre quisiste; con mudarte a un edificio con pileta y en donde pasar los fines de semana de verano.
Juro que no vi Sex and The City..

15/6/10

La charlas sin final, los abrazos indescriptibles y los besos al despertar... parece que este cuento fue de alguien mas. No se en que momento nos perdimos, ni como ni por que.
Extraño los viejos tiempos y lo que soliamos ser. Espero poder convencerme de que no sucedera otra vez.